No son las necesariamente las mismas que las causas originaron o desencadenaron el problema.
Son las que hacen que un problema persista, se perpetúe y conviva con nosotros sin resolverse.
Ocurren en el aquí y ahora y por ello son las que brindan mas posibilidades de hacer algo al respecto, para cambiar.
Vamos a enumerar algunas de las causas de manteniendo mas comunes en la ansiedad.
a. Evitación de las situaciones fóbicas
Las fobias se mantienen por porque evitar la situación temida brinda un gran premio: “
Supongamos que por alguna razón tememos manejar en automóvil, cuando se acerque una situación en que es necesario manejarlo nuestra sensación momentáneo de temor aumentara.
Si decidimos no hacerlo experimentaremos un gran alivio de ese temor que venia creciendo.
Pero mantendremos y reforzaremos la fobia.
Se calmara la ansiedad, ya no tenemos que enfrentar el temor, pero puede que mas adelante nos sintamos algo defraudados por aceptar esa limitación
Tratar de analizar, pensar y desmenuzar las causas que desencadenaron la fobia o por las que seguimos huyendo no sirve para mucho, si al mismo tiempo continuamos evitando enfrentar directamente el miedo.
En tanto evite la situación, tendera a pensar con más fuerza que no puede hacerlo, se preguntara si alguna vez lograra controlarla.
Superar una fobia significa re-aprender a entrar y permanecer en la situación temida.
Para re-aprender los terapeutas suelen proponer acercarse de a poco a la situación temida, descomponiendo el afrontamiento en pasos suficientemente pequeños como para poder tolerar la angustia que generara.
b. Preocupaciones o diálogos internos ansiogenos .
Los diálogos internos son las cosas que uno se dice a si mismo mentalmente. Son como un monólogo interno, que suele ser tan automático que no nos damos cuenta que esta sucediendo. Pero si damos un paso al costado y nos disponemos a observar nuestros pensamientos los descubriremos.
Algunos diálogos internos anticipan lo peor antes de que ocurra. Esas preocupaciones son capaces de crear y ansiedad.
Observe si cuantas veces su ansiedad esta creada por frases que comienzan con las palabras ¿Y si...?
Como por ejemplo:
- ¿Y si me agarra otro ataque de pánico?
- ¿Y si pierdo el control mientras estoy manejando?
- ¿Y si me descompongo mientras estoy en el Supermercado, que hará la gente a mí alrededor?
Se supone que cuando nos adelantamos con el pensamiento a “lo que sucederá”, lo hacemos para estar “mejor” preparados, pero si solo nos decimos cosas negativas perderemos antes de empezar.
Si nos alterarnos antes enfrentar la situación, estaremos suficientemente nerviosos como para que las cosas salgan mal.
Estos diálogos internos producen el sentimiento de temor antes de que estemos frente a un posible peligro, por ej. En quienes temen enfermar, pueden convertir una sensación corporal desagradable y transitoria, en un ataque de pánico.
En terapia se puede aprender a reconocer estos diálogos internos negativos, frenarlos y reemplazarlos.
c. Déficit en la identificación y expresión de los sentimientos
Hay personas que les cuesta expresar lo que siente y hasta les es difícil saber lo que sienten. A algunos, les pasa con la mayoría de los sentimientos y otros solo con los sentimientos desagradables.
Quienes tienen estas limitaciones para percibir e identificar sus sentimientos solo pueden decir que se siente bien o mal, pero se pierden la riqueza de distinguir entre enojo, furia, desgano, tristeza, impotencia, frustración, desencanto, vergüenza, Ect. .
Negar sistemáticamente los afectos; como la bronca, frustración, impotencia, tristeza o inclusive excitación puede contribuir a un estado de angustia.
Retener los sentimientos produce una angustia que es difícil de delimitar y de definir. Esa angustia se puede volver misteriosa cuando la persona que la porque la persona no sabe porque se siente mal.
Quizás haya notado que cuando deja salir parte de los sentimientos que se ha esforzado por retener se siente mejor, mas liviano, como el alivio que sigue al llorar cuando se esta triste.
En el camino de crecer hay primero hay que poder identificar con claridad los sentimientos. Luego decidir si los queremos expresar a solas o compartirlos, también buscar un momento adecuado y un buen modo de expresarlos.
Con algunos sentimientos como el enojo hay que tener cierto cuidado en el modo de expresarlo, ya que hay formas de hacerlo que son muy dañinas.
Identificar y expresar los sentimientos puede tener un efecto fisiológico aliviador, que da por resultado una reducción de los niveles de ansiedad.
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